Pagan Poetry

Me resulta fascinante como funciona nuestro cerebro. Cuando lo pienso me llego a marear ante tanta complejidad, no puedo abarcarlo. Es como cuando piensas en la extensión del universo, o en el número de granos de arena que puede haber en una playa, o en las cosas que puedo perder si al final decides que no soy buena para ti... Bufffff me da el subidón y la réspiración se me acelera...

A veces me pregunto por qué se nos pega una canción, por qué no podemos dejar de tararearla, silbarla o escucharla en nuestra cabeza. ¿Qué mecanismo se pone en marcha para que esto ocurra? ¿Por qué se va después? ¿Es para distraer a la mente de cosas más importantes, o para darle algo ya que no tenemos nada importante en que pensar?
Igual es para ponerle banada sonora a nuestra vida.
Igual es que la mente tiene mono de notas musicales...
Igual es que esa canción, aunque la aborrezcamos, está en ese momento para nosotr@s...

Llevo 3 días con una canción en la cabeza. No me abandona casi en ningún momento del día. La escucho reiteradamente de camino al trabajo y en casa (cuando estoy). Trato de alimentar los deseos insaciables de mi mente, pero ahí siguen...

Esta canción me la preparo bien caliente por la tarde, para que su aroma impregne todos mis poros. La saboreo con inmenso placer... Lo peor es que cuando mi voz la reproduce no consigue ser ni una burda copia de la original... Una pena, pues ya me gustaría.

Sigo deseando gritar como ella, desgarrarme y soltar toda la mierda. Quizás un día de estos...

Björk me acompaña en los buenos momentos y en los malos.